Y cuando las cosas empiezan a iros bien quieres ir rápido, quieres decirle "esto es para siempre" y quieres cumplirlo, pero aunque es lo que quieres tu cabeza te dice que es algo muy precipitado y te obligas a ti misma a frenar, a ir despacio.
A cada segundo que pasa es él en quien piensas, en un futuro a su lado, en todo lo que os queda por vivir, para tí todo es perfecto.
Y derrepente notas que sin razón alguna las cosas empiezan a cambiar, y ahí es cuando te vuelves a asustar, y cuando por fin piensas que se empiezan a estabilizar, abres los ojos, es de día, no recuerdas nada, tienes dolor de cabeza y la cama llena de pañuelos, entonces lo recuerdas, él ya no esta.
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